Servilleta blanco roto
Sencillez y tradición.
Si hay un color de servilleta al que estamos acostumbrados, es el blanco.
La nuestra rompe el blanco puro con una pizca de beige, y se vuelve ligera y elegante sobre cualquier bajoplato, sea éste claro u oscuro.
Combina con cualquier minuta, cristalería y arreglos florales, y representa la limpieza elevada a la máxima potencia.